UN ASUNTO FAMILIAR
Noche cerrada en el mar de Bering, Alaska. Solo las luces del C/P Starbound, de 90 metros de eslora, rompen la oscuridad total. El trabajo en este barco nunca cesa. Ni siquiera en los mares más bravos, cuando olas enormes y heladas azotan la cubierta y llegan hasta el puente de mando.
En medio de todo, Tylar Loewen está centrado en mantener a la tripulación, las redes y la pesca a salvo. «Trabajar con mar gruesa es duro, pero si el turno termina con una red llena de peces, habrá merecido la pena».
NACIDOS PARA PESCAR
El capitán Jeff Garrison (46) siempre supo que sería pescador. Su padre era capitán de un barco cangrejero de 38 metros de eslora, y Jeff pasaba todos los veranos de su infancia en el mar, jugando en la cubierta posterior.
Vivir todo aquello con su padre le marcó; Jeff le miraba y pensaba: «Guau, de mayor quiero ser como él».
Para Jeff, estar en el agua es sinónimo de libertad y forma parte de quién es. «No me parece un trabajo; la verdad es que lo echo de menos cuando estoy en casa».
LAS DOS CARAS DE LA SOSTENIBILIDAD
Como Jeff, Tylar lleva la pesca en la sangre. Su padre es capitán de barco, y él piensa seguir sus pasos. Por eso la sostenibilidad es tan importante para él: cuenta con que siempre habrá abadejos que pescar.
«Quiero que esto dure para siempre, quiero dedicarme a ello».
Jeff Garrison opina lo mismo y es consciente del papel que desempeña a la hora de proteger el planeta para que las generaciones actuales y futuras puedan vivir del océano.
«Tenemos la responsabilidad de dejarlo todo como lo encontramos. Cuando los consumidores vean el sello MSC, espero que entiendan que estamos cuidando de las pesquerías».
MÁS HISTORIAS DE PESCADORES
Imagina surcar los mares día y noche y capear todo tipo de temporales para llevar a casa el pescado más fresco: nuestros pescadores, al igual que el Capitán, no temen al frío ni a las lluvias torrenciales. Hazte unos buenos palitos de pescado, coge una silla y prepárate para ponerte en la curtida piel de un lobo de mar.